BIOMEDICINA Y SALUD

Sólo el 11% de los niños valencianos sigue una dieta excelente conforme el Índice de Alimentación Saludable, según se desprende de las conclusiones del estudio.

AUTOR: UCV

Un estudio advierte que no todos los niños alcanzan las ingestas recomendadas para todos los micronutrientes y la energía. Así, las vitaminas y minerales más deficitarios tras el análisis de los diarios dietéticos son las vitaminas D, E y A, así como el ácido fólico, flúor, yodo, zinc, calcio y hierro.

 

Del mismo modo el 36’11% de estos niños valencianos estudiados no reciben la energía diaria adecuada que debe aportar una dieta, según revelan las conclusiones de este estudio sobre escolares de educación primaria incluido en la tesis doctoral defendida en la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” (UCV) por la farmacéutica y nutricionista, Encarnación Alba Tamarit.

 

En su tesis, titulada Estudio de los hábitos alimentarios de escolares de la ciudad de Valencia: Influencia de la familia, que ha obtenido la máxima calificación de sobresaliente cum laude, Alba Tamarit ha analizado el entorno sociofamiliar y sociodemográfico de los niños que cursan educación primaria.

 

La nueva doctora ha precisado la importancia de concienciar entre la población porque “el yodo es muy importante para el normal desarrollo cerebral, las funciones cognitivas y está relacionado con el tiroides, necesario para la secreción hormonal implicado en el metabolismo de los macronutrientes”.

 

Igualmente, ha destacado la necesidad de flúor, que durante la edad escolar se incorpora a la composición del esmalte de los dientes, así como la carencia de vitamina D es vital para la fijación del calcio en los huesos del niño en una etapa clave como es la del crecimiento.

 

De esta forma, la investigadora también ha relacionado en su trabajo las características antropométricas de los padres con las de sus hijos, valora la frecuencia del consumo de alimentos y analiza los menús.

 

Según Alba los diarios dietéticos analizados manifiestan que “muy pocos niños obtienen un índice de alimentación saludable excelente”, por lo que los objetivos nutricionales para los macronutrientes -proteínas, lípidos e hidratos de carbono- no los alcanzan más del 40% de ellos, por lo que “sufren deficiencias en vitaminas y minerales”.

 

En este sentido, solo el 11% de los niños valencianos sigue una dieta excelente conforme el Índice de Alimentación Saludable, según se desprende de las conclusiones del estudio.

 

Alba ha observado que la práctica totalidad de los niños estudiados “superan los objetivos nutricionales para los ácidos grados saturados, lo que perjudica la calidad nutricional respecto al perfil lipídico”. En cambio, un 86 y 97 por ciento alcanzan los objetivos nutricionales para los ácidos monoinsaturados y poliinsaturados, que sí favorecen la calidad nutricional de la dieta.

 

Igualmente, la nueva doctora ha subrayado que los escolares presentan bajos consumos de determinados productos. Así solo el 34% o de los niños toman las cantidades adecuadas recomendadas por las guías dietéticas de lácteos. Lo mismo ocurre el caso del pescado (43%) y huevos (13%). Mientras que, por el contrario, existe un elevado consumo de derivados cárnicos, que supera el 77%.

 

En cuanto a los alimentos de origen vegetal el estudio considera que los niños presentan bajos consumos de verduras y hortalizas (25%), frutas (6%) y arroz, pasta y patatas (13%). Mientras que más de la mitad tienen un consumo adecuado de pan y “un 85% siguen las recomendaciones adecuadas para el consumo de legumbres”, ha matizado Alba.

 

Relación del Índice de Masa Corporal entre padres e hijos

 

La tesis doctoral también analiza la relación entre el Índice de Masa Corporal (IMC) de los padres con el IMC para la edad de los hijos. Así, la investigadora ha observado que “valores elevados de IMC en los niños se corresponden con mayores porcentajes de padres con IMC situados entre el sobrepeso y la obesidad”.

 

Sobre este aspecto, en la tesis se indica que el 47’54% de los niños no presentan un adecuado IMC para su edad. Así, ha detallado que el 10’31% de los escolares tienen sobrepeso y el 15’70% presentan obesidad. Por otra parte, más del 21% reflejan bajo peso.

 

Los padres suelen presentar mayor sobrepeso y obesidad (66’98%) que las madres (26’37%), aunque en las familias destaca “la gran influencia materna en la alimentación infantil”.

 

Asimismo, disponer de estudios universitarios por parte de los padres y madres “actúa como factor protector de la obesidad y, en menor medida, frente al sobrepeso”, ha asegurado la farmacéutica y nutricionista. “Aunque no actúa como factor protector frente al bajo peso”, ha añadido.

 

Alba ha asegurado que estos datos concluyen en una “elevada necesidad de atención nutricional en la edad escolar”.

 

El tribunal ante el que Encarnación Alba ha defendido su tesis, que ha sido dirigida por Asunción Gandía y Gloria Olaso, ha estado compuesto por María del Carmen Gómez Cabrera, de la Universitat de València, que ha actuado como presidenta; Victoria Clérigues, de la Universidad Católica de Valencia, como secretaria del tribunal; y Eva Vallada, de la Universidad Politécnica de Valencia, que ha ejercido como vocal.